
El acto fue organizado por el Movimiento "Chascomús de Pie" y estuvieron presentes el ex Intendente Miguel A. Tocci, la Diputada Ana M. de Otazúa y descendientes de quienes fueron homenajeados.
al como se había anunciado, en la mañana de ayer, en coincidencia con el 232º aniversario de la fundación de Chascomús, se llevó a cabo en el Cementerio Municipal, organizado por el Movimiento "Chascomús de Pie", un homenaje a los vecinos fallecidos que defendieron la integridad de nuestro Partido en diferentes momentos de la historia local.
Se dio cita en la necrópolis un nutrido grupo de chascomunenses, entre los que se encontraban el ex Intendente y Senador Miguel A. Tocci, que bajo su mandato como Jefe Comunal evitó la división de la Comuna, la Diputada Ana M. de Otazúa autora del proyecto de ley que establece la anulación del nuevo desmembramiento, y descendientes de quienes eran recordados, tal el caso de un miembro de la familia López Osornio, vinculados a Silverio López Osornio y Teófilo Bordeu, Diputados que en 1894 lograron la restitución de las tierras a Chascomús del no concretado Distrito de Biedma, y de una nieta de Osvaldo Brandoni, que en 1974 integró en la Comisión de Fuerzas Vivas que impidió la recreación de Biedma con el fraccionamiento del Distrito, que tenía media sanción en la Cámara de Diputados bonaerense.
En el inicio del acto el Padre Eduardo, de la Iglesia Corazón de María, rezó una oración por la paz y la unidad, recordando especialmente a quienes trabajaron por la integridad de Chascomús.
Seguidamente los miembros de "Chascomús de Pie" Oscar Del Campo y Pedro Aguerreberry depositaron una ofrenda floral al pie de la cruz del osario comunitario.
Finalmente se dirigió a los presentes la presidente de la entidad vecinal, María Eugenia Save.
Posteriormente los vecinos integracionistas se trasladaron al acto oficial frente al Monumento al fundador, Cap. Pedro Nicolás Escribano, donde desplegaron pancartas contrarias a la división.
Palabras de la presidenta de "Chascomús de Pie"
Hoy la ciudad de Chascomús celebra el 232º aniversario de su fundación concretada el 30 de mayo de 1779 cuando el Capitán de Blandengues Pedro Nicolás Escribano estableció el Fuerte San Juan Bautista, con una jurisdicción que abarcaba las tierras comprendidas entre el río Samborombón al norte y el río Salado al sur, como un línea de frontera con el indio.
Este origen, que es similar al de otros pueblos del país pero no a todos, delimitó desde el inicio el territorio de lo que sería el Partido de Chascomús, creado en 1801 bajo dominio español, y que tenía tres límites naturales, los dos ríos mencionados y el de La Plata, un caso prácticamente único en el país.
El 10 de marzo de 1821, ya bajo gobierno patrio, la Junta de Representantes decretó el nuevo Reglamento que dividía la Provincia de Buenos Aires en cinco Partidos: Arrecifes, Luján, Morón, Ensenada y Chascomús, donde cada uno de uno de los pueblos nombrados era "capital" del Partido, bajo la administración de un "subdelegado".
En ese momento el territorio de Chascomús fue ampliado dado que incluía Lobos, Guardia del Monte, Guardia de los Ranchos y Chascomús, con todas las haciendas, pagos y puestos del otro lado del río salado, al sur, hasta el cabo San Antonio y Río Colorado.
Posteriormente en 1822 desde Chascomús se propuso la creación del partido de Monsalvo; con jurisdicción sobre todo el territorio al sur del Salado. El 1° de agosto de ese año, el gobierno lo aprobó, siendo fijado el límite sur de Chascomús en el aludido río.
En 1826 el Gobierno aprueba la traza y reparto de solares que dan lugar al pueblo
de Dolores, hasta ese momento perteneciente a Monsalvo.
Esto determina que una nueva jurisdicción autónoma se segregue en 1831 al norte de
esa cañada formándose el nuevo Partido de Dolores, respetándose nuevamente el río Salado como límite entre Chascomús el nuevo Distrito.
Años más tarde, el 21 de diciembre de 1839 se divide Dolores y se crean los partidos de Tordillo y Pila, con límites norte en el río Salado lindando con Chascomús.
Esta continuidad territorial nacida en 1779 junto con el pueblo, que aceleradamente había crecido, se hizo carne en los vecinos, y cuando el 24 de octubre de 1864, como una revancha a los triunfos federales en estas tierras de 1839 y 1853, los centralistas porteños fraccionan nuestro Distrito restándole los cuarteles octavo y noveno para crear el nunca materializado Partido de Biedma, la respuesta no se hizo esperar y comenzó un reclamo que duraría treinta años y tendría a las autoridades y la comunidad como protagonistas activos para lograr la devolución de lo que se había desmembrado.
El 22 de diciembre de 1894 se hizo justicia y tras un proyecto de los diputados Teófilo Bordeu y Silverio López Osornio, vinculados familiarmente a Chascomús, se restituyó históricamente lo que a nuestro Partido le correspondía con una ley aprobada en la Provincia.
No estuvieron solos los legisladores, ya que el primer Intendente Ramón Milani y su secretario Juan Bigio trabajaron fuertemente ante la Gobernación y las Cámaras para lograr el reintegro del territorio, al igual que también lo hizo la comunidad, tal el caso de vecinos como Ramón Santa Coloma, Francisco Hernández, Zenón Calderón de la Barca y Piñero, Raimundo Onogoity, Domingo Feudes, Claudio Rufranco, José Ruiz, José Vidal, Pedro Dascon, Toribio Gonzalía y Gabino Zabala.
No obstante, en 1974 se intentó desde Manuel J. Cobo recrear el Partido de Biedma, y se dio media sanción en la Cámara de Diputados bonaerense a un proyecto que pretendía revivir el nunca existente Distrito.
Nuevamente las autoridades locales, en este caso encabezadas por el Jefe Comunal Miguel A. Tocci y los concejales Aprile, Gobbi, Longo, Gastón, Cáffaro, Casalins, García, Liniers y Petrocelli, apoyadas por el Diputado Arnaldo Bourrás y numerosos vecinos entre los que se recuerdan, Héctor Noya, Omar Goñi, Enrique Vanzato, Oscar Infante, y Osvaldo Brandoni, que integraron la Comisión de Fuerzas Vivas conformada por entidades de nuestro medio incluidas la Delegación Chascomús de la CGT y las 62 Organizaciones, se movilizaron desactivando una toma de la Delegación Municipal en Manuel J. Cobo; realizando paros y amenazas de corte de la Ruta 2; creando el Cuartel doce con la división del octavo para invalidar el proyecto de ley; efectuando numerosos viajes a La Plata para entrevistarse con el Gobernador Victorio Calabró, el presidente del Comité Provincia de la UCR Ricardo Balbín y bloques de legisladores fijando la postura chascomunense, y logrando que el proyecto no se aprobara en la Cámara de Senadores y pasara a archivo.
Lamentablemente hoy las autoridades locales no se comportan de la misma forma y tras convalidar desde hace varios años el derecho a reclamo de los secesionistas, denominar al 2003 como el año de la autonomía de Lezama y contratar a una consultora que trabajó para el desmembramiento inventando zonas de influencia, han pasado, tras la aprobación de la nueva división de Chascomús y la creación del Partido de Lezama en base a una falsa historia, a cultivar la teoría de la resignación y la pasividad sin actuar de acuerdo a las circunstancias, ni cumplir con las responsabilidades que se la ciudadanía les ha delegado.
Chascomús de Pie nació para defender la integridad de Chascomús en pleno respeto de los ideales integracionistas de los vecinos que hoy recordamos.
Se ha movilizado y reclamado en forma permanente en nuestra ciudad, La Plata y Buenos Aires para impedir la materialización del fraccionamiento; por eso ha acompañado los proyectos presentados en la Legislatura para anular la ley divisionista y para suspenderla por los errores de la misma, ha apoyado el juicio iniciado contra la Provincia por inconstitucionalidad de la norma, ha presentado impugnaciones ante la Justicia Electoral, la Cámara Nacional Electoral y el Ministerio del Interior, y está dispuesto a respaldar la causa por inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia Nacional, largamente comprometida por el gobierno municipal pero hasta el momento no cumplida.
Por tanto y como legado de quienes nos precedieron, nuestro deber es continuar con la defensa del territorio en el que vivimos y sus 232 años de historia, al margen de lo que pueda resolverse este año, como un eslabón con las generaciones futuras que necesitarán mojones de referencia, como los que hoy tenemos, si el reclamo por la devolución se extiende en el tiempo.
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